Este mundo de las redes
sociales es algo extraño. En estos tiempo, tendemos a mostrar sin parar la
mejor parte de nuestro día a día; una vida ideal, casi perfecta, llena de
planes interesantes. En cambio, cuando algo no tan bueno nos pasa, cuando no
llegamos a todo, nada sale como debería o algo nos duele, nos lo callamos, no
lo compartimos, no hablamos de ello, porque ese otro lado ya no es tan bonito
de mostrar. Me esfuerzo por buscar el lado bueno de cada situación, en lo más
cotidiano e incluso en lo menos bueno, y a la vez, me gusta ver a las personas
mostrándose reales, honestas, siendo ellas de verdad.
Desde hace unos meses he
compartido, sin ser demasiado consciente, más verdades y dosis de realidad de
las que en algún momento tuve previsto, y en ocasiones me he llegado a sentido
mal por ello. Pero al final, este blog es un reflejo de quién está detrás y eso
va mucho más allá de las pinceladas y costuras. Escribir, como os contaba
hace unos días, me resulta casi terapéutico; porque me permite parar a ordenar
pensamientos o soltar aquello que más pesa. Y si compartiéndolo aquí puedo
ayudar, inspirar o hacer reflexionar a alguien, simplemente entretener o hacer
que conozcáis un poco más a la persona que está detrás, quizá no esté tan mal
dejar salir lo que viene tan de dentro. A veces nos olvidamos de que la
vida más allá de las pantallas, la vida real, está formada por ambas caras; y
nosotros también.
"Cause you never think that the last time is going to be the last time.
You think there will be more. You think you have forever, but you don't".
Porque nunca pensé que la
última vez sería la última vez. Porque siempre creí que habría una más, que
había cosas que duraban para siempre, pero no fue así, la mayoría no son así. Y
ya pueden pasar cinco meses o dos años, que siento que siempre habrá cosas que
serán imposibles de entender. Porque a veces, lo que empieza como una buena
historia, con sus buenos momentos y esos que no lo son tanto, se queda a medio
escribir. Como un libro que termina con un final mal escrito, acabado deprisa y
sin mucho cuidado; para llenar otras páginas, en blanco, con algo más nuevo.
Pensé que del mismo modo, también acabaría en poco tiempo el echar de menos lo
que se fue sin avisar. Lo pensé, de verdad que sí. Desde fuera se ve todo más
claro y el entorno, aquellos que te quieren, te apremia para que vuelvas a
sonreír cuánto antes, ya es normal. Y aunque no he dejado de hacerlo y me
creo 'que el tiempo todo lo cura', vivo tratando de esquivar sentimientos
mientras lucho, en silencio, por reconstruirme, por crear mi propio libro; uno
escrito por un solo par de manos, lleno de tantas cosas buenas como sea
posible. Y seguir escribiendo, y además poder compartirlo con quienes estáis
ahí detrás, es una de ellas.
hoy soy yo la que se siente reflejada en tus palabras. muchas veces también me he planteado si debería guardarme mis procesos personales, que tienen sus altos y bajos (y, en los últimos tiempos, más bajos que altos) para mí. siempre intento que el blog sea un espacio de bienestar, donde encontrar belleza e inspiración, así que procuro enseñar el lado bonito de las cosas, pero el blog soy yo y yo paso por muchos procesos y momentos diferentes, y creo que también debería reflejarlo porque, sin caer en el dramatismo o victimismo, como tú dices, la vida son ambas cosas. a mí me ha gustado mucho leerte y verme reflejada en tus palabras. ánimos con este proceso de construir el propio camino, un beso fuerte ***
ResponderEliminarMoltíssimes gràcies per les teves paraules de tornada, Anna. Crec que si bé pot semblar una mica imprudent o negatiu compartir en determinats moments vitals aquesta mena de reflexions, també crec que si poden servir per ordenar sentiments, treure un pes de sobre o fins i tot, recomfortar a una persona (com hem fet mutuament :) no pot ser tan dolent. Al cap i a la fi, un blog és un espai personal, un reflex de la persona que està al darrera. Un petó ben gran!
Eliminar