NOSTALGIA
A story about endings and beginnings
"Un año, un cuaderno de reflexiones y cientos de palabras. Un proyecto sobre emociones, sentimientos difíciles de explicar, recuerdos y mucha nostalgia. Un canto a los nuevos comienzos, a dejar atrás el miedo, a no temer a los cambios. Un recorrido por aquellas heridas que marcan, un viaje hacia el interior, hacia la esencia de uno mismo. Un proyecto que nace del deseo de encontrar un atisbo de luz, fruto del anhelo de renacer, reconstruirse y aprender a dejarse llevar".
Despierto pronto, sin alarmas, con un poco de luz entrando por la ventana. Tras unos segundos, antes incluso de abrir los ojos, me hago consciente del día que es y esa sensación de sentimientos contradictorios que me ha acompañado durante todo este tiempo se hace, entonces, aún más real. Hay tantas emociones removiéndose en mí, que siento que me quedo sin palabras y no sé bien cómo hablar del proyecto más personal en el que me he embarcado hasta el momento. En él hay tanta ilusión como miedo a enseñarlo; está tan lleno de energía como de intimidad y recuerdos que aún duelen. Después de largos meses de trabajo y de ir desvelando, a pequeño sorbos, algunos detalles, hoy ve la luz.
No hay vuelta atrás, Nostalgia ya es una realidad. Después de ir llenando un pequeño cuaderno con los recuerdos y pensamientos que han ido surgiendo, día tras día y de un modo algo caótico durante estos últimos meses, sentía que necesitaba ponerlo todo en orden. Dejar salir esa porción de vida que se escapa entre mis dedos en forma de textos y gritarla al mundo para seguir adelante sintiéndome más ligera, más libre. No es fácil sacar lo que sale del alma, de tan adentro, para dejarlo en manos de otros. Pero al final, atreverme a compartir algunas de esas palabras tan personales, ha dado forma a un proyecto que jamás habría imaginado. Los sueños tardan en llegar, pero llegan. A veces, sin ni siquiera esperarlos.
Un pequeño libro lleno de reflexiones, emociones y recuerdos surgidos a partir de un cambio que tuvo lugar durante una fría noche de noviembre, hoy hace exactamente un año. Todo comenzó, sin darme cuenta, cuando ese mismo día empecé escribir para dejar fluir sentimientos y temores, para deshacerme de todo aquello no podía guardar dentro. La intención detrás de este proyecto, después de todo, se me antoja sencilla, sin ninguna pretensión más allá de compartir una historia de principios y finales, de luces y sombras; poniendo palabras a aquello que en algún momento, de un modo u otro, todos podríamos experimentar. Etapas de cambios, de nostalgia, de puntos de inflexión y ganas de desaparecer... pero también de resurgir, crecer, cambiar, volver a empezar siendo más fuertes. Es mi forma de reunir, de un modo íntimo y sincero, a través de algunas de las palabras anotadas en ese cuaderno y de las reflexiones hiladas con el pasado de las estaciones, esas lecciones de vida que he ido aprendiendo en este último año.
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Sólo puedo agradecer a todos los que han estado a mi lado desde aquella noche, a los que me han acompañado en esta aventura, a lo largo de estos meses, dando forma a este proyecto que aún me cuesta de creer... He sentido cariño, calidez y, de algún modo, comprensión, en cada una de las palabras que he recibido sobre las reflexiones compartidas. Y en especial, debo darle las gracias a ella, a mamá, por ser, en gran parte, responsable de que esa idea que surgió por casualidad, sin pretenderlo, sea hoy una realidad. Podéis conocer un poco más sobre el proyecto - y por supuesto, pedir vuestro ejemplar - aquí.